
« La mente bloquea lo que no queremos recordar... pero con el paso del tiempo... algo pequeño te puede hacer recordar todo.»

datos personales
✞ ⁞ Nombre: Luther Ehrlich
✞ ⁞ Edad: 25 años
✞ ⁞ Raza: Humano (cyborg)
descripción psicológica
Definir su personalidad es algo difícil ya que es muchas cosas a la vez. A simple vista es un chico tímido, callado pero, muy callado, inexpresivo, pocas veces sonríe y es muy serio. Por lo anterior es poco sociable, se aleja de la gente ruidosa y prefiere los lugares solitarios, odia que lo molesten aunque tiene una admirable paciencia. Para cuidar esta soledad suele ser falsamente antipático, todo eso para seguir sólo. Sin embargo no por ello es alguien sumiso, al contrario, dentro de sí mismo hay un león enjaulado de armas tomar, explosivo y que llega a los golpes a la menor provocación o comentario que se refiera a su persona... o alguien que sea cercano a él.
Le encantan los animales y los niños, suele ser muy tierno con ellos, aunque no se da cuenta, es bueno en demostrarlo. Una vez que se ganan su confianza es un amigo leal, protector, atento, preocupado y puedes contar con él en lo que necesites. Claro está que si le traicionas no perdonará, ya que también es rencoroso y vengativo.Tiene un grave problema de psicosis, muchas veces se pierde en su propio mundo, habla solo, ve visiones y tiene pesadillas. Por esa razón al enfadarse pierde el control de sí mismo, reaccionando de manera violenta, sin llegar a la diplomacia prefiere los golpes. Para ello medita, así poder tener su temperamento a raya.
En el ámbito amoroso, puede que sea en un inicio algo arisco, frío, poco romántico, ya que no le gusta que lo presionen y su timidez le impide desenvolverse. Luego de que se enamore y sea correspondido puede tolerar cursilerías, apegos, se vuelve detallista, muy apasionado, muchas veces es algo sensible y por ello esconde sus emociones. Literalmente las esconde, si algo le da risa o pena, se esconde para que no lo vean.
alterego: leo
Producto de tanta bipolaridad, Luther desarrolló una terrible doble personalidad. La cual mantiene a raya con sus propios métodos y medicamentos. Todo lo negativo que se desarrolló en él, formó a esta mente oscura que lo domina con mayor facilidad por las noches. Cada uno sabe de la existencia del otro pero, Luther no puede recordar lo que el otro hace cuando logra ceder. Sin embargo Leo recuerda todo, por eso lo trata de manipular. Una lucha diaria, en la cual la fuerza mental negativa hasta ahora ha logrado vencer cuando oscurece o cuando Luther se enfada demasiado. No quiere que su hermana se entere de este hecho, aunque no está seguro si logrará ocultarlo por mucho tiempo ya que, últimamente cambia muy seguido, sobre todo desde que supo de la muerte del mejor amigo de su padre y se convirtió en sicario.
historia
primera parte: "ardiendo en llamas"
La mayoría de los padres quieren un hombre como primogénito, a quien le heredarán todo, a quién le enseñaran lo más importante y a quien le darían el legado de una familia de científicos. Nació prematuro aquel niño de ojos gatunos y cabello oscuro. Sus padres; James y Elizabeth Ehrlich ambos científicos; le llamaron Luther, un nombre que se debe a la unión de otros dos Ludovico y Carther, ya que ambos padres no se decidieron por uno. Unieron ambos.
Recordar su infancia o su vida antes de los veintiún años es totalmente difícil, tanto, que tratar de hacerlo le causaban mareos y nauseas. Esto porque a esa edad junto con su hermana menor tuvo un grave accidente, que si lo analizamos bien le pudo costar la vida a ambos. Hay algunas cosas que jamás olvidará, como su nombre, su ciudad natal y país, también las más importantes y esas son: su padre y su hermana menor, Alice. Claro también el accidente, que como una película y un vivo recuerdo constante, llegó desde su subconciente como pesadillas, recordando aquel momento exacto en el que todo cambió para siempre.
La mente bloquea lo que no queremos recordar... pero con el paso del tiempo... algo pequeño te puede hacer recordar todo.
「 ƑƖαѕн вαcк」
Fin de semana, para ser específicos, día Sábado. Ambos hermanos, Luther y Alice decidieron salir a cenar para dejar que sus padres tuvieran algo de privacidad; era el aniversario de los mayores y cómo buenos hijos decidieron darles su espacio cómo correspondía. Estaban felices y así fue cómo partieron a un restaurante a unos cuantiosos kilómetros de casa; siendo el mayor de ambos hermanos el que manejó de ida.
Aquella noche comieron, sólo una copa de vino bebieron para celebrar también aquella unión tan personal que compartían ambos; cómo hermanos; y la complicidad entre ambos. Él estaba centrado en algunas luces de la pista, con su expresión seria de siempre, una leve distracción mientras bebía de su copa, saboreando sus labios luego de alejar el objeto de cristal de boca. Sintió la mirada de la menor sobre sí, lo que le hizo prestarle atención.
—¿Qué miras Alice? —Decidió preguntar cuando se dio cuenta que le miraba, ella en respuesta movió su cabeza en gesto negativo. ─Nada, nada Luther, sólo que la camarera te mira muy atenta ─Suspiró antes de contestar, ya que era consciente de que aquello sucedía muy seguido, más por intriga del resto que por otra cosa. Sin embargo, su hermana al estar siempre tan pendiente, le daba a conocer tales cosas.
—Ya veo, es eso —No pudo evitar un tono de burla acompañado con una sonrisa de la misma forma, sin darle importancia para luego agregar —Ya es tarde, son pasadas las una, debemos partir. No quiero que nuestros padres se preocupen luego —.
─ Tienes razón, a parte ya cansada estoy, Luther ─ Escuchó la respuesta mientras alzaba el brazo para pedir la cuenta y pagar lo que habían consumido, es cuando escucha a su hermana otra vez. ─Voy a tocador, ya regreso ─Su mirada felina se posó en ella, para luego asentir a la sonrisa que le dada, observando su grácil caminar hasta que se perdió. En esos momentos se dedicó a cancelar todo, sin expresión alguna a la camarera que no dejaba de observarlo. Vestía como siempre, sencillo y elegante acorde a su edad. Los tacones de su hermana le indicaron que se acercaba, por tanto le extendió el brazo como acto de caballerosidad para recibirla.
—No has demorado —Comentó mientras ella le aceptaba, así poder salir de aquel lugar al que solían frecuentar cuando aquellas ocasiones lo ameritaban.
Mientras salían, se le ocurrió una idea. Siempre mimaba a su hermana, siempre le daba lo que quería sin importarle nada, ya que era muy importante para él y la cuidaba por sobre todas las cosas. Ella ya había cumplido los dieciocho, por tanto hace días que quería que dejara manejar el vehículo que obtuvo como regalo de cumpleaños. Por eso susurró:
—Alice... ¿Quieres conducir? —De inmediato recibió una respuesta no verbal, viendo en el rostro jovial de la menor el entusiasmo por su ofrecimiento, algo que a él también le alegraba. Sonriendo de manera suave por las acciones de su hermana mientras se bajaba de su audi R8 azul y cambiaban lugares.
─ Gracias, pensé jamás lo preguntarías ─Escucha al momento que rodea el vehículo, mientras negaba por su manera tan tierna de expresarse.
Una vez arriba, cerró la puerta, con la misma expresión de conformidad observando a Alice encender y salir limpiamente de entre los demás autos. La miraba de reojo, pendiente de como se desenvolvía, ya que aquello era un secreto entre ambos, sus padres no tenían idea de que ella sabía conducir. La carretera a esa hora estaba vacía y eso facilitaba la acción de la menor, siempre atenta a lo que la carretera podía traer. Por varios minutos escucharon música, conversaron y nada bueno había en la carretera hasta que llegaron a su localidad. Reían por las ocurrencias de la joven. Pronto se quedó encerrado en sus propios pensamientos, tranquilo y confiado cuando la voz contraria le hace desviar la mirada de la ventana.
─ Luther, Luther mira... ─Ella siempre animada, mientras él, sólo observó lo indicado y con sus felinos ojos le dio a entender que había visto lo que ella le decía. Se quedó observándola, hasta que la expresión le cambió y miró al frente, sólo para observa un rostro desconocido gracias a las luces del auto y un fuerte impacto en su lado de la puerta.
─ ¡Ah!... Lu... Luther ─ El grito ahogado de su acompañante fue lo siguiente que escuchó, mientras que todo daba vueltas, que en su mente sólo estaba el nombre de la menor.
«Alice... Alice...» pensaba mientras trataba de tomar su mano... que todo se apagaba... que dejaba de sentir... que todo desaparecía... Sin poder sujetarla...
「 Ƒιɴ ƑƖαѕн вαcĸ 」
Otro automóvil que venía con su conductor en estado de ebriedad saltó una luz roja en dicha intersección estrellándose con aquel vehículo a una velocidad tal que aquel automóvil perdió el control en manos de su conductora, estrellándose una segunda vez en un la acera e impactando en un edificio de tres pisos, en aquella edificación no hubo desmanes más en su vehículo. Debido al impacto Luther perdió la conciencia, es más estuvo muerto por varios minutos mientras lo trasladaban hasta que lograron reanimarlo, claro estaba quedando en un coma profundo, igual que su hermana. En consecuencia del accidente, de aquel terrible impacto contra su cuerpo, éste quedó atrapado entre los fierros. Por este motivo todo su lado derecho, específicamente el brazo y la pierna, se fracturaron, tanto que se vieron en la obligación de amputarlos. Además de ello el cerebro sufrió contusiones graves en su lado derecho imposibilitándolo completamente de aquel hemisferio, en el cual tuvo un hemorragia interna.
Sus progenitores no pudieron creer tal accidente, el día de su aniversario ¿Les jugaban una broma? sus hijos, los únicos dos que tenían estaban en un estado en qué sus posibilidades de vida eran nulas, incluyendo claro el hecho de las heridas en su cuerpo. Aquel hombre de ciencia; su padre; verificó el daño de su primogénito, buscó soluciones al problema,no podía perder a quien ocuparía su lugar cuando no estuviese, quien cuidaría de ambas mujeres. Su madre en cambio ingresó en una depresión intensa y avanzada, era de llorar a diario, beber mucho y en vez de ser fuerte aquella depresión la llevó a la locura, quitándose la vida luego de un año en qué ni uno de los dos jóvenes recuperaron la posibilidad de vivir.
James Ehrlich, cegado por el dolor, quizás por la misma locura que sintió a la pérdida de su mujer; la mujer qué amaba no vio nada mejor que dar todo lo que poseía, recursos, todo lo que era a cambio de la vida de sus hijos, Dio la mitad de su fortuna para que los congelaran a ambos hasta que la humanidad o al menos sus contactos pudieran encontrar cura a su mal.
Medio año pasó y científicos catalogados desde un lugar llamado Gravity Seúl se enteraron de aquel incidente en la familia Ehrich, se comunicaron mediante correo con James, le informaron que estaban comenzando con experimentos de transfusión en órganos y partes humanas por metales, elementos cibernéticos que podrían darle nueva vida a sus hijos. El hombre, desesperado y sin más remedio aceptó fijando participar en cada una de las transfusiones y cambios estructurales que le realizarían a los cuerpos de sus hijos; los científicos en una "obra de caridad" con mucho dinero de por medio, aceptaron; más que mal James Ehrlich era el mejor científico de Alemania en su tiempo.
Si bien su estado era igual de crítico que el de la menor, Luther era quien más daños tenía en el cuerpo, su sensibilidad se iba perdiendo con una considerable rapidez, por ende fue el primero en ser trasladado a dicha ciudad. Sin tener noción de lo que a su alrededor sucedía, de lo que su padre tuvo que hacer y del paradero de Alice. Nada, ignoraba por completo que era criogenado y trasladado.
Pasaban los meses, por tanto cuando todo estuvo preparado aquel joven fue descongelado, siendo tratado de inmediato con todos los avances que la ciencia de aquella metrópolis le brindó. Sus extremidades dañadas fueron reconstruídas, parte también de su lado derecho, siendo reemplazados por cables, hierro y cobre. Se logro gracias a toda esa robótica, reimplantar, también activar su lado sensitivo y emocional, que había sido gravemente dañado.
Mas su vuelta al mundo de los vivos... No fue la esperada.
Un mes antes de que su hermana despertara, él lo hizo, pestañeando levemente cuando la luz de los tubos fluorescentes le dio en ellos. Se achicaron un poco, siendo cubiertos por la zurda debido a la molestia que sintió por la brillantes del techo. Quiso moverse, sintiendo algo extraño su cuerpo, su brazo derecho por unos momentos no lo sintió y creyó que había dormido en una extraña posición y por eso lo sentía de aquella manera. Pero, algo andaba mal, y su mente analítica ahora más activa, le dijo que no era ese el lugar en el cual estuvo la última vez, mientras ladeo la cabeza, mirando las máquinas que estaban a su lado, los pitidos que se escuchaban, la blancura excesiva del lugar, entonces lo recordó todo...
—Alice... —Murmuró —Alice... Al... —Asustado se sentó en la camilla con brusquedad, provocando un mareo que lo dejó aturdido, llevándose la diestra algo rara a la frente dura. Miró a todos lados, asustado, con un dolor en el pecho inexplicable. Se levantó y las piernas no le respondieron cayendo al piso de loza en un fuerte ruido, sintiendo como le daba todo vueltas. Recordar le hizo más mal, comenzando a tener nauseas, siendo luego socorrido por una enfermera. No quería nada con ella, ni con nadie, lo único que quería era saber que había pasado con la menor, comenzando a gritar, a desesperarse y siendo reducido por dos paramédicos, luego sedado. Al otro día le dejaron verla, le explicaron lo sucedido, a lo que el pidió más y más explicaciones. Su recuperación física era rápida pero, la psicológica era difícil. Desarrolló una sicosis, un temperamento explosivo cuando le agredían, cuando le hablaban de sus padres o de su hermana. Se volvió más frío de lo que ya era.
Cuando su hermana despertó el estaba en rehabilitación, por tanto, apenas supo gritó y golpeó a quien se le cruzó para que le llevaran a verla.
▬Luther.... lo siento tanto ▬Fue lo primero que escuchó de los labios contrarios mientras le abrazaba. Por dentro se sentía tan dichoso, tan feliz de que se hubiera salvado después que nada que hubiese pasado antes le importó. No les dejaban hacer las rehabilitaciones juntos pero, un buen día, ella se topó con él, volvió a disculparse y fue en ese momento donde volvió a hablar con naturalidad, prometiéndose estar juntos en todo aquello.
Además de rehabilitarse, aquel lado sicótico y agresivo, fue calmado con sesiones de meditación, también volvió a sus entrenamientos de artes marciales y defensa personal, uso de armas blanca y de fuego. Pero después de scaners, de varios análisis, no lograron ver que era.
Cuando ya podía valerse por si mismo fue cuando su padre se acercó a ellos, les explicó todo lo sucedido, lo que ocurrió con su madre, lo que ahora sucedería con ellos. Les hizo prometer cuidarse, siendo él quien primero aceptó todo, sin siquiera pensarlo.
La unión se hacía cada vez más fuerte y un año después de estar ahí dentro, es que los dejaron convivir en aquella ciudad. Ella encontró un lugar para ambos y comenzar de nuevo.
segunda parte: "renaciendo de las cenizas"
Cuando estuvo capacitado para poder vivir fuera de las instalaciones, el joven germano estaba sorprendido en cierta manera en todo lo que le había sucedido hace casi cuatro años, los cuales jamás recuperaría pero que, de alguna manera debía ignorar. Su mentalidad analítica aun seguía intacta, así como sus capacidades como profesor. Por ello una vez se ubicó establemente obtuvo un trabajo en un escuela cercana. Sus dotes como profesor fueron recuperadas, siendo aquello de tratar niños una terapia a su problema temperamental.
Sin embargo, en su interior crecía un lado oscuro, uno que no le dejaba tranquilo y que descubrió un día que asaltaban un banco. Sin rodeos, interceptó al ladrón, lo redujo y sin escrúpulos, con la escusa de la defensa propia le baleó y le quitó la vida de inmediato. Descubrió que podía matar a sangre fría, que no le importaba aquello, teniendo una guerra interior entre su lado pacifista y su lado agresivo. Desarrollando una doble personalidad, una pelea interior que se divide en el día y la noche.
Había pasado un mes desde que se había establecido en la ciudad, cuando se enteró de algo terrible, uno de los mejores amigos de su padre, fue asesinado. Al ser el más cercano a su progenitor, había muchas cosas sobre aquella ciudad de las cuales estaba enterado. Como por ejemplo que existían ciertas mafias en la metrópolis, de las cuales el amigo de su padre era cabecilla. Sabía de la existencia de las rivalidades entre ellas, de los trabajos que hacían, de todo, siendo discreto en guardarlo. Al enterarse de eso, su lado malvado, aquel lado oscuro que lo estaba consumiendo se unió a aquella mafia, con la intención de ayudar a descubrir quienes había matado a ese hombre. Se transformó en un sicario, un asesino por encargo y con ello, quería averiguar que era o que realmente había sucedido, si la mafia enemiga era realmente culpable de todo.
datos extra
→ Sabe Alemán, Coreano e Inglés.
→ Practica yoga y es fanático de la meditación, suele meditar en lugares tranquilos y rodeados de naturaleza
→Tiene una extraña obsesión por los gatos y curiosamente los felinos se llevan bien con él.
→Tiene una voz suave y sedosa, por ello pocas veces se le escucha cuando habla.
→ No es muy amigo de las bromas, es muy explosivo frente a éstas.
→ Es muy bueno para comer. Le gustan las moras y las manzanas, también le agrega cebolla a la mayoría de sus comidas.
→ A veces cuando está a solas escuchando música canta a viva voz la canciones.
→ Ama el chocolate y el café.
→ Toma Píldoras para los dolores de cabeza
→ Toca el piano
→ Escucha mucha sinfonía, procura estar encerrado en su habitación cuando no entrena.
→ Evita el sol, siempre anda en la sombra, prefiere salir de noche.
→ Practica TaekWondo, su arte marcial favorita.
→ Posee una Katana japonesa, un machete militar y una magnum 44... Armas que utiliza para su "Otro" trabajo
→ Profesión / Ocupación: Profesor de música / Mercenario.
